Esta meditación es muy buena para transmutar las emociones o momentos de nervios, estrés, tensión que tengamos, confío en que la disfrutes.

MEDITACIÓN

Busca un lugar tranquilo donde puedas sentarte cómodamente sin ser interrumpido. Cierra los ojos y comienza a respirar profundamente. Con cada inhalación, siente cómo el aire llena tus pulmones de calma; con cada exhalación, libera la tensión y el estrés que hayas acumulado.

Imagina ahora que sobre ti desciende una suave lluvia de luz violeta, el Rayo Violeta de transmutación y purificación. Este rayo brilla con intensidad y calidez, envolviéndote completamente.

A medida que esta luz violeta te toca, siente cómo disuelve y transforma cualquier energía negativa, preocupación o estrés en tu cuerpo y mente. Visualiza cómo todo lo que no te sirve se quema en la llama violeta, dejándote limpio y renovado.

Mientras la luz violeta se va atenuando, comienza a brillar suavemente sobre ti un Rayo Rosa, lleno de amor, compasión y armonización. Este rayo envuelve tu ser, calmando tu corazón y suavizando tus emociones.

Siente cómo el Rayo Rosa te envuelve en un abrazo cálido, reconfortante. Permite que este rayo penetre en cada célula de tu cuerpo, armonizando y equilibrando tu ser. Imagina que cada respiración te llena más de esta energía rosa, fortaleciendo tu capacidad de amar y ser amado, de encontrar paz en el interior y de vivir en armonía con el mundo que te rodea.

Ahora, con tu cuerpo y mente purificados por el Rayo Violeta y armonizados por el Rayo Rosa, toma unos momentos para sentir la integración de estas energías. Eres un puente entre la transmutación y el amor, la purificación y la paz.

Visualiza cómo estas energías crean un escudo protector a tu alrededor, manteniéndote seguro y sereno a lo largo del día. Reconoce que siempre puedes invocar estos rayos cuando necesites limpiar tu energía o encontrar equilibrio.

Cuando sientas que el proceso está completo, comienza a traer tu conciencia de vuelta al presente. Respira profundamente varias veces, moviendo suavemente tus manos y pies, y cuando estés listo, abre los ojos.

Lleva contigo la sensación de renovación y armonía a cada momento de tu día, recordando que el poder de transmutar y armonizar está siempre a tu disposición.

Cuentame, me gustaría leerte. ¿Te ha ayudado esta meditación? ¿Cómo te has sentido al terminar?

¡Muchas gracias por compartir con nosotros!

¡Abrazos de luz!